La Comunicación como habilidad ejecutiva (Parte 1)

Las personas somos sociales por naturaleza, en el sentido de que no podemos vivir sin la pertenencia y relación en un grupo de gente. Y al pertenecer a un grupo, necesitamos interactuar con sus integrantes para lograr nuestros propósitos, ya sea en el campo familiar, social y profesional.

Es por ello que en este espacio, ofreceremos algunas reflexiones y recomendaciones que nos permitan mejorar nuestra comunicación principalmente en el ámbito laboral. La mayoría de estas reflexiones están basadas en el libro Cómo ganar amigos e influir sobre las personas (1936) de Dale Carnegie.

Los que integramos el Grupo Empresarial EISEI, estamos conscientes de la relevancia de nuestra propia habilidad de comunicarnos unos con otros, ya sea entre jefes con sus colaboradores, colaboradores con sus jefes, entre colegas y con relación a otras personas externas como clientes, proveedores, aliados y otros organismos.

 

1.-Un tema importante dentro de la comunicación humana es la crítica

Se dice que hay crítica constructiva y crítica destructiva, sin embargo, Dale Carnegie (escritor, psicólogo y experto en la comunicación humana) señala en Cómo ganar amigos e influir sobre las personas que la crítica es “inútil porque pone a la otra persona a la defensiva,  y por lo común hace que trate de justificarse. La crítica es peligrosa, porque lastima el orgullo tan precioso de la persona, hiere su sentido de la importancia y despierta el resentimiento”.

Como seres humanos, sin excepción todos tenemos emociones, sentimientos, prejuicios, orgullo y vanidad. Todo esto es propio de nuestra naturaleza humana. Lo que se ha venido llamando crítica constructiva, en el fondo busca no dañar a la persona que se critica, sino buscar su bien; creemos que el fondo de esta intención debe estar basado en la comprensión antes de juzgar, es decir, tratar de responder a la pregunta ¿por qué hacen lo que hacen? Esta línea de acción traerá mayor tolerancia, empatía y bien.

En nuestro trabajo cotidiano, todos los días nos enfrentamos a las ocasiones de juzgar a compañeros, jefes o colegas. Ahora depende de cada uno de nosotros tomar consciencia de estas ocasiones y buscar la comprensión antes juzgar. Como decía un amigo, jefe y compañero de trabajo, primero haz preguntas, las suficientes, antes de emitir un juicio.

 

2.-La importancia del reconocimiento

¿Queremos que los demás hagan algo? Necesitamos que ellos tengan la voluntad de hacerlo. Y e sto nos lleva a la pregunta ¿qué es lo que la persona realmente quiere?

De acuerdo a Maslow (1943), las necesidades de las personas se ordenan desde las más básicas de supervivencia hasta las de mayor crecimiento personal, de autorrealización. (Ver pirámide de Maslow)

 

piramide_maslow
Fig. 1: Pirámide de Maslow.

 

¿Cómo puedo mejorar mi relación con los demás? Una práctica muy recomendable es hacer explícito nuestro reconocimiento, gratitud o admiración hacia nuestros colaboradores, colegas o jefes, en las labores cotidianas de nuestro trabajo, así como a clientes, proveedores y aliados.

Sin embargo debemos tener presente una condición mucho muy importante. El reconocimiento, agradecimiento o halago que hagamos, tiene que ser sincero, que provenga de nuestro corazón, no de nuestra boca que puede esconder otros intereses y que sonará como un halago vacío, falso, egoísta y barato. Esto último se llama adulación y no apreciación; la adulación se puede definir como “una alabanza baja e interesada, hecha con estudio de lo que se cree que puede halagar al otro, con propósito de ganarse su voluntad para fines interesados”.

“Sentirse importante, sentirse apreciado, sentirse realizado, podemos decir son los anhelos más profundos de la persona. Todos estos deseos han dado como resultado la presencia de grandes hombres y mujeres en la historia de la humanidad.”

Los anhelos personales están presentes y son muy válidos; tener consciencia de este hecho y considerarlo en nuestras relaciones y comunicación que tengamos con nuestros jefes, colegas o colaboradores, nos podrá ayudar considerablemente para mejorar nuestra comunicación dentro de la empresa.

Todos tenemos nuestros talentos y cualidades. Y algo importante. No son los mismos en todos. Tenemos la oportunidad diariamente dentro de nuestro entorno laboral, de expresar nuestro reconocimiento y aprecio a nuestros compañeros de trabajo, lo que nos ayudará enormemente en nuestra relación profesional, pero recordemos siempre, que debe ser honesto y sincero.

 

3.-Descubre lo que el otro quiere

Si conocemos lo que el otro quiere tendremos mejor oportunidad de influir en él o ella. A todos nos interesa lo que necesitamos o deseamos. Platicar de ello y comentar cómo lo puede conseguir es una táctica muy útil para mejorar nuestra relación con nuestro interlocutor.

El fundamento de esto es que todas nuestras acciones son resultado de nuestras decisiones, que a su vez son producto de lo que queremos lograr para satisfacer alguna necesidad o algún deseo.

La práctica de interesarnos por conocer lo que el otro quiere, la podemos aplicar en nuestras labores diarias de trabajo en nuestra empresa. Nos permitirá por una parte estar más conscientes de las responsabilidades laborales de nuestros compañeros de trabajo y por otra mostrarles interés de conocer sus problemas, particularmente de su función, platicar de ello y hacer sugerencias de cómo puede salir adelante.

En el trabajo no solo se trata de pedirle algo a alguien para que lo haga. Lograr que alguien haga algo cuando se lo pidamos, quizá lo logremos porque somos jefes y tenemos una autoridad, pero en la mayoría de los casos, la persona tiene que estar interesada o ver en el hecho de hacerlo que logrará sus necesidades o deseos.

De todo lo anterior se desprende aquel principio de “ponerse en los zapatos del otro”. Esto nos permitirá tener una perspectiva desde el punto de vista del otro y nos ayudará a visualizar los intereses de la otra persona, así como contrastarlas con nuestro punto de vista.

El secreto está en relacionar lo que la otra persona desea con lo que yo deseo. Por ejemplo que la otra persona piense que la idea fue suya, cuando en realidad es nuestra. El nombre del juego es despertar en la otra persona un fuerte deseo de hacer lo que queremos que ella haga.

 

4.-Interésate por los demás

Demostrar interés por los demás es una manera para agradarles, acaparar su atención y lograr una comunicación productiva. Por lo regular nos interesa solo lo nuestro, estamos muy interesado en nosotros mismos, tanto que no nos percatamos del beneficio que podemos tener al interesarnos en los demás.

Alfred Adler, famoso psicólogo austríaco, escribió en su libro Qué debe significar la vida para usted que “el individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos”.

Cada día podemos dar muestras y señales de auténtico interés con nuestros compañeros de trabajo. Además del tradicional saludo del día, deberíamos decidirnos a poner atención cuando nos aborda un compañero para preguntarnos algo. Un ejemplo que tengo muy presente y que se observa comúnmente en nuestras oficinas en EISEI, es cuando una persona se acerca a otra que está ocupada con su laptop o su celular, ésta responde a la pregunta que le hace la primera, sin dejar de teclear cualquiera de los dispositivos. Si dejásemos de teclear y nos enfocáramos en lo que nuestro interlocutor desea, le estaríamos demostrando que tenemos interés en él o en ella.

 

Dos hombres conversando
Mostrar interés sincero por los demás contribuirá a una comunicación productiva.

 

También parece cada vez más común observar cómo en una reunión, la gran mayoría de los participantes llega con algún dispositivo electrónico como laptop, tabletas o celular. La persona que está enfrente mostrando y explicando algo merece toda nuestra atención, no sólo por la importancia del tema a tratar, sino también por respeto a ella. Cuando nos toca pasar adelante a exponer algo, no nos gusta que los demás estén atendiendo sus dispositivos. Requerimos de su atención. Lo mismo le pasa a los demás.

Otra muestra de interés es ofrecer ayuda al compañero o compañera para la solución de un problema tanto de trabajo como de otro tipo, quizá esto nos demande tiempo, esfuerzo y en algunos casos hasta algo de dinero; sin embargo, cada uno de acuerdo a sus posibilidades decidirá hasta dónde le es posible aportar, lo importante es mostrar algo de interés para la otra persona.

Este proceso de interesarse auténticamente por las cosas de los demás, es reflejo; es decir, si nos interesamos por los demás, ellos también se interesarán por nosotros.

Otro ejemplo que podemos hacer en este sentido es tratar de conocer los talentos, hobbies, y habilidades de los demás fuera del contexto del trabajo; los talentos y hobbies son muy apreciados por cada uno, y nos apasiona hablar de ello porque nos permite conocer y apreciar más a la persona que vemos todos los días en el trabajo.

 

5.-El poder de la sonrisa

Para una buena comunicación, debemos estar conscientes de que nuestro lenguaje corporal juega un papel más importante que nuestro lenguaje verbal. En este último apartado del post, nos enfocaremos a la expresión facial en la comunicación, la cual es un medio muy eficaz para expresar emociones y sentimientos, además de la mirada. Entender esto, nos permite mejorar nuestra comprensión de lo que nos comunican los demás.

Si bien las expresiones faciales las podemos producir a voluntad, como están muy ligadas a las emociones son a menudo involuntarias; así, a través de las expresiones faciales podemos identificar emociones de tristeza, alegría, ansiedad, miedo, sorpresa, disgusto, ira, entre otras.

¿Qué puede expresar una sonrisa? En palabras de Dale Carnegie, «las acciones dicen más que las palabras y una sonrisa expresa: “Me gusta usted. Me causa felicidad. Me alegro tanto de verlo”».

El famoso psicólogo y biólogo de la Universidad de Michigan, James V. McConnell comentó en una ocasión que “la gente que sonríe, tiende a trabajar, enseñar y vender con más eficacia y a crear hijos más felices”. Sonreír nos permite pasarla bien con los demás y permitir que los demás la pasen bien con nosotros.

En Programación Neurolingüística se dice que si deseamos realmente algo hay que pensar como si ya lo tuviéramos, relacionándolo con la expresión de la sonrisa y si no tenemos ganas de hacerlo, entonces esforzarse en hacerlo y proceder como si fuéramos felices y eso contribuirá a hacernos felices.

Todos buscamos la felicidad y sabemos que ésta no proviene de factores externos, sino del interior de la persona. De nuestros pensamientos se derivan nuestras emociones, estas condiciones internas son controlables si así lo decidimos, si controlamos nuestros pensamientos. Sonreír es una forma de expresar nuestra voluntad de pensar positivamente, pensar que estamos felices. En palabras de Shakespeare, “nada es bueno o malo, sino que el pensamiento es lo que hace que las cosas sean buenas o malas”.

Aprovechemos el valor de la sonrisa y practiquemos diariamente sonreír en nuestros ambientes de trabajo, familiar y social.

Nos despedimos por ahora con estas cinco recomendaciones para aplicarlas en nuestro día a día, en la segunda entrega de este post daremos detalle de otras cuatro más.

 

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